sábado, 3 de marzo de 2018

Un último esfuerzo

<<Quien lucha con fe
     quien pone tesón 
     cultiva el triunfo 
     en su corazón>>

El momento que he estado esperando desde Diciembre, ha llegado. 
Y no puedo creer que ya esté a un paso de alcanzarlo. Mañana es mi tercer y último examen de admisión para entrar a la universidad. Mañana a estas horas sabré si he logrado lo que me he propuesto o no. 
<<No temas caer
     hay más valor 
     en el perdedor>>

Lo he sabido llevar a buena manera estos tres meses. Cuando ya has estado en una situación así antes, las cosas salen más fáciles.
<<La competición 
    con los demás
    no acaba jamás>>

Sí, hay personas que tienen más ventaja que yo, pero no puedo quedarme atrás, algo importante que me ha enseñado mi padre es a no rendirme nunca. Aún así hayan millones de obstáculos; si tú lo quieres hacer, simplemente hazlo.

<<Cualquiera que sea
     tu meta final
     de ti solamente
     depende ganar>>

Muchas cosas he aprendido en este tiempo; una de esas es que tú mismo tienes el poder de motivarte, solo tú tienes el poder de acabar con la pereza y las distracciones.

<<Tú eres en sí 
     en realidad
     tu propio rival>>

Quiero, esta vez, decir y escribir que lo he intentado. Que he dado casi todo de mí para obtener buenos resultados, que me he ilusionado cuando vi mi primera nota, casi lloro al ver la segunda y que tengo una corazonada, una intuición de que esta nota no será la excepción. No me quiero adelantar, pero  una de las cosas de las que sí estoy segura es que sí quiero ser una universitaria. He soñado con este momento desde niña; desde que mi hermano ingresó a una universidad nacional y desde que mi mamá me decía lo orgullosa que estaría si yo hiciera lo mismo. Mi ilusión sigue latente; he llegado a la penúltima parte y sigo aquí, en pie, probándome a mí misma (otra vez) que sí puedo, que sí puedo ingresar  a la universidad. Mi padre no mira esto, pero si algún día lo llegara a leer: que sepa que lo he intentado con todo el esfuerzo, daré todo de mí en este examen, no te defraudaré.

<<Y tu galardón moral 
     es la libertad
     es tu libertad>>

viernes, 23 de febrero de 2018

Para el último de la primera columna

<<Oye tú, ¡sí, tú! el que no tiene idea de que le estoy escribiendo esto; ven aquí y léeme. 
Te he mirado por primera vez a los ojos y he descubierto algo mágico en ti. Algo que no suelo ver en un chico común y que me gusta. No te asustes, que aún no he terminado.
Para empezar, tienes unos ojos muy brillantes que cuando me miran hacen que me concentre en sólo ellos, una sonrisa que contagia y una voz encantadora. Y ni hablar del lunar que tienes cerca al labio, que cada vez que lo veo me incita, me reta a querer besarte. ¿Eso es peligroso, no? Pero no te preocupes, sólo quiero ser tu amiga.
Desde hace un día no puedo dejar de pensar en ti. ¿Sabes lo que significa eso? Un día completo es igual a 24 horas...(Sí, creo que tus ojos me han hecho brujería).
No te conozco, pero no hace falta hacerlo para decirte que me caes bien. Se nota que eres un buen chico y que tus gustos son exquisitos. Me atraen demasiado los chicos que leen, tú lees así que es probable que me atraigas también. Disculpa si esto se ve acosador, pero esto es sólo una ilusión mía, como las que ya he tenido antes (es muy típico de mí ilusionarme de nada) pero es que parece que tienes algo diferente. Algo que, no sé... algo que verdaderamente hace que ponga mi atención en ti. 
Espero que no me mires raro después de todo esto pero, me desquito así, escribiendo lo que siento y cómo me siento. No estás obligado a responder, con que hayas leído esto me sobra y basta. 
Ah, y una cosa más: Sonríe, le gustas a alguien.>>

jueves, 8 de febrero de 2018

How Long?

Muy original el título, ¿no?

No se preocupen, que voy a escribir sobre la canción, o sobre el autor de ésta. De todas maneras, nadie ve este blog.

Escribo principalmente para desahogarme, para ocultarme de mi realidad, para darme un respiro y seguir con lo propuesto desde el último día que salí del colegio: ingresar a la universidad.
El año pasado (2017) ha sido un año muy difícil para mí. Difícil tener que salir al mundo aún siendo menor de edad y no conociendo las consecuencias de salir a la calle a media noche. El año pasado fue como una "cachetada" que me dio la realidad al descubrir que todo no es como lo pensaba antes, y que si quieres tener un puesto aquí, te lo tienes que ganar por tu propio mérito.
Era un poco tedioso tener que reemplazar mis horas de salida, el tiempo que perdía viendo videos en Youtube por tres libros y una biblioteca: "Eso pasa cuando no tienes un hábito de estudio" decía mi papá. Me hubiera encantado decirle que soy así porque, de pequeña nunca me propusieron los hábitos de estudio y que aparte no me gustaba estudiar, prefería pasarme la tarde jugando con mis amigas del barrio...las matemáticas siempre me estresaban. En 2017 no estaba consciente de las cosas que hacía o decía. Miraba, pero no observaba; Hablaba, pero no pensaba; Besaba, pero no sentía. Y lo mismo pasaban con los libros y con los exámenes de admisión, los leía, los resolvía (o trataba de resolver) pero  a final de cuentas, no los entendía.
La meta se me hacía cada vez más lejos acompañada de mi amigo el estrés y la famosa preocupación. Abrí los ojos cuando ya era tarde, cuando saqué cuentas vi que me faltaban cinco puntos más para ingresar. Cinco valiosos puntos que los hubiera aprovechado con gusto, pero no, preferí estar de vaga esos dos primeros meses.
Ahora que estamos 2018, un nuevo año, nuevas cosas y nuevas metas por lograr, quiero prometer que no será así. Ahora haré las cosas porque de verdad quiera hacerlas y no por obligación, ahora estudiaré hasta  entender cada palabra de lo que leo, todas las preguntas del examen las responderé porque, ahora sí va  en serio. Ahora sí quiero ingresar.

martes, 25 de noviembre de 2014

El mejor viaje del año

Mi mejor viaje de este año (28/02/2014) fue de un día y fuimos a la playa con mi tía y con su antiguo "novio" llamado: Bruno, Bruno tenía 3 hijos casi antisociables, dos chicos que para nada te hablaban y una chica que era muy mandona pero ellos me daban igual. Yo solo quería ir a la playa a divertirme.
En primer lugar no sabíamos a que playa ir, así que fuimos a la más cercana: Catarindo. En ese entonces no conocía esa playa así que me animé a ir y me arriesgué despertandome a las 5 de la mañana (todos madrugamos)y en el camino íbamos comprando cosas para no morirnos de hambre.
Cuando llegamos lo primero que hicimos (aparte de estacionar el carro) fue sacar la comida y alquilar sombrillas, estaba muy llena la playa pero aún así me encantaba, no quería comer quería ir de una vez a disfrutar de la playa.
Cuando fui a meterme habia mucha gente asi que decidí meterme mas al fondo cuando de pronto...una gran ola se acercaba y yo no tenía opcion, en pocas palabras,estaba sin salida. La ola me atrapó y llegue con arena hacia donde mi tía con una sonrisa para que no se de cuenta que me lastimé y le pedí comida para no volver a entrar ni pasar "roche". No me había dado cuenta de que habian traido cerveza, pero no cualquier cerveza era: Corona y Heineken y un par de cuzqueñas casi heladas. Mi tia terminó mareada y yo me moria de la risa con las bromas que hacía. Luego a la chica se le ocurrió una idea:subir hasta la montaña más alta para ver la vista panorámica, yo acepté (sabiendo que también iba a sufrir) cueste lo que cueste subimos los 3 chicos y yo. Al llegar me encontre con la hermosa vista del mar inmenso y a las personas que abajo parecían hormigas. Al bajar casi me tropiezo pero para buena suerte Diego (el primer hijo de Bruno) me agarró y me ayudo a bajar. Al final llegamos en la noche cansados y "quemados"...Me pasaron muchas cosas pero al final me divertí y todo eso pasó en un día. 
Y desde ahí me di cuenta que cada día es diferente.Puedes seguir tu rutina de todos los días pero siempre algo viene,una noticia,un susto o algo que repentinamente pasa y lo cambia todo.